Esta tarde hemos hecho pestiños. Si, es una tradición en nuestra casa, una receta pasada de generación en generación y donde el tiempo dedicado a hacerlos se convierte en algo especial. Los solemos hacer dos veces en el año, una en semana santa como las torrijas y la otra en navidad, para contrarrestar un poco el consumo de dulces industriales y porque nos gustan mucho a toda la familia.
Ayer compramos lo necesario, entre los ingredientes una riquísima miel de abeja que esta vez es de cerquita de nuestra casa, de Espartinas un pueblo del aljarafe sevillano. La última vez que los hicimos la miel fue también de Sevilla pero de su sierra norte y resultaron muy buenos. Pienso que el ingrediente más importante para que los pestiños resulten buenos es la miel que debe de ser pura, y no procesada y mezclada con azucares y otro tipo de edulcorante tal como les ocurre a las industriales.
Los demás ingredientes también son importantes pero no influyen tanto en el resultado final como la miel. Con la harina, siendo de trigo y corriente, salen buenos y aunque el usar una u otra puede hacer que cambie un poco la textura seguirán estando buenos. Lo mismo ocurre con el vino blanco y con el aceite de oliva, las especias: anís verde, que aquí llamamos matalahúva y ajonjolí.
La receta no es muy complicada, si la has visto elaborar toda tu vida yo diría que es fácil. El único problema es que los ingredientes deben ser "La carmita". Vosotros diréis y esa que marca es? yo también lo pensé y no, no es una marca, aunque no suene mal. Pero si nunca lo habías oído solo tienes que preguntarle a alguna señora mayor, una receta de esas de toda la vida y en ella seguro que aparece esta...Expresión. Si es una expresión y no una marca.
Cuando yo era una niña me gustaba acompañar a mi madre en la cocina y ayudarla en cosas fáciles además de preguntarle sobre todo lo que hacía y como lo hacía. En cuanto crecí un poco comencé a anotar todas las recetas, que ella a su vez había aprendido de mi abuela, pero había un problema: las cantidades. Yo quería que me diera cantidades exactas, gramos y centilitros, pero ella como su madre contestaban:
-"La carmita".
Y allí estaba yo, lápiz y papel en mano sintiendo impotencia porque no podía elaborar recetario ninguno sin poner por escrito cantidades, como aparecía en los libros de cocina.
Yo estaba segura que sin esas cantidades exactas no habría forma de elaborar plato ninguno de los tantos que yo quería aprender. Algún día yo pondría esas recetas por escrito con las cantidades como "Dios manda" y no con "la carmita".
A estas alturas habréis entendido lo que esa expresión quiere decir: la cantidad "que admita" y esto aparecía sobre todo en recetas que llevan harina, como ocurre con los pestiños.
Ahora cuando alguien me pregunta por la receta de los pestiños , yo se la explico encantada, pero no puedo darle cantidades exactas, ya he pasado a formar parte del grupo "la carmita".
P.D. Es posible que yo ya esté en el mismo grupo de mi madre y de mi abuela?...Como pasa el tiempo.
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