domingo, 15 de diciembre de 2013

CADENAS DE BUENOS DESEOS

Como han cambiado las cosas... Estoy pensando en esos correos maravillosos que forman parte de cadenas de buenos deseos, y que llegan a ti de personas estupendas que quieren lo mejor sin duda para sus amigos y seres queridos. Quiero desde aquí pedirles disculpas porque en mi se rompe la cadena, si , lo siento pero así es. Me da un poquito de cargo de conciencia porque algunos amenazan con serias desgracias y otros con irrupciones de la buena fortuna en tu vida, pero que queréis que os diga, no me lo acabo de creer yo. Y luego que hasta me daría un poco de corte mandarlo.
Esto de las cadenas no es nuevo de ahora, que va, me suena de cuando era pequeña que llegase alguna a mí por correo, que tiene mucho más mérito, don va a parar; había que escribirlo, comprar sobre, sello y echarlo al buzón; que quieras que no eran más molestias, donde va a parar. Lo que quiere decir que se rompía antes la cadena; creo recordar que era una oración maravillosa pero acompañada de una lista de las desgracias que le habían ocurrido a las personas que habían interrumpido la milagrosa cadena.  Pero ahora que solo pulsando un botón le llega de momento a un montón de personas es más fácil claro y el bombardeo es tremendo.
 Pero en fin, que le vamos a hacer, si hay mucha gente buena por ahí deseándonos lo mejor. Pero una cosa os digo a mi me han llegado cadenas más raras que estas de ahora, os lo aseguro. Hace muchos años llegó a mi una cadena de buenos deseos de estos, la mar de apañada porque si los buenos deseos no se materializan, en esta por lo menos te comías un bizcocho la mar de rico. Que a su vez tu mandabas a otras personas, que ahora no recuerdo yo cuantas eran, pero eran  un grupito bueno, vamos que me vi yo apurada para encontrar quien quisiera seguir la cadena. En esta, llegaba hasta ti "la masa madre". Que no quiere decir que te llegase a tu casa la visita inesperada de la madre del "Increíble Hulk", no. Era un vaso de plástico con una masa un poco sospechosa y un papel con las instrucciones a seguir, porque aquello permanecía contigo una temporadita, en la que unos días le añadías ingredientes y otros la dejabas reposar, pero nada de "la carmita" aquí era bien medido todo, bueno por vasos, que también es un poco relativo. De esta forma hacías crecer la masa, con la que una parte era para tu bizcocho de la suerte y el resto lo repartías en vasos de plástico y se los largabas a otras personas y así hasta el infinito.
También me llegó una de Kéfir, una cosa buenísima para la salud pero que a mi se me quedo en el fondo de la despensa, porque me dijeron que tenía que estar en sitio oscuro y como yo tengo la cabeza que tengo se me olvidó. Cuando mucho tiempo después la encontré ya me dió a mi cosa de usarla ni regalarla y ahí se rompió la cadena. Bueno que os deseo lo mejor a todos, vamos que lo que no quiero para mi no lo quiero para nadie, pero que lo de las cadenas no lo acabo yo de ver... Y que lo de las desgracias si os ocurren, que espero que no, no me lo achaquéis a mi. Por fis...

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